¿Y qué es el Branding?

A día de hoy, todos tenemos muy presente en nuestras vidas este anglicismo tan de moda. Pero en realidad no deja de ser algo que -de una manera u otra-, lleva con nosotros desde tiempos inmemoriales ya que no se trata de otra cosa que dar a conocer algo de manera muy positiva, para que sea deseado y finalmente adquirido.

Si además conseguimos que quién lo adquiera, tenga tal nivel de satisfacción global en la experiencia que sea capaz de convertirse en nuestro orgulloso prescriptor, transmitiendo así a los demás todas las bonanzas de la marca o empresa, nuestro branding habrá sido todo un éxito.

Haciendo branding, se inocula una imagen positiva en la mente y en el corazón del consumidor de los valores de la marca y se posiciona en el mercado de tal forma que crea una conexión con el público capaz de influir en sus decisiones de compra.

Dicho de otra manera, el branding es la gestión de las estrategias de marca de una empresa; la creación, estructuración, planificación a largo plazo y promoción de la misma. Garantizando que todas los que forman parte de la misma o estén relacionados con ella comprendan el posicionamiento de la compañía, ayuden a mejorar su visibilidad, aumenten su relevancia en el mercado y colaboren en crear una buena reputación entre su público.

Creando marca

Cada persona entiende la marca de una manera diferente puesto que se basa en criterios subjetivos, contextos sociales, culturales y económicos, incluso geográficos. Por ello es esencial una estrategia de branding clara desde el principio, desde la primera concepción de la marca y toda la globalidad que conlleva.

La marca no es solo un logotipo, un dibujo, una tipografía o un nombre. Ni siquiera una identidad visual o un eslógan es mucho más; es un conjunto de sentimientos y experiencias que la audiencia ha tenido y creado a partir del producto o servicio que la empresa ofrece. Por lo que nunca se tiene un control total sobre la percepción de tu empresa y por ello hay que saber diferenciarse en el mercado, creando una marca que ofrezca una experiencia única que la haga deseada y destaque sobre la competencia.

Una marca con valores, coherente con el propósito y bien definida en todos sus entornos, sobresale del resto y es el denominador común de las compañías de éxito frente a las que se quedan en el intento.

Rebranding o morir

Con el paso de los años las marcas necesitan rejuvenecer su imagen adaptándose a los nuevos tiempos y mercados en los que se desenvuelven. Por ello recurren al rebranding -no sin ciertos temores y polémicas a su alrededor-, ya que corren el riesgo de disgustar a sus consumidores más fieles e incluso en el caso de productos de consumo diario, dejar de ser identificados en el lineal del supermercado.

La empresa que recurre al rebranding debe estar muy segura de querer hacerlo y ha de implementar toda una nueva estrategia empresarial que conlleve un cambio sustancial de comportamiento en la misma. No le servirá de nada cambiar solamente la imagen. Además debe tener encuenta que todo este cambio es muy costoso puesto que supone cambios a todos los niveles; papelería corporariva, uniformes, decoración, materiales gráficos, redes sociales, página web, etc.. y no siempre puede dar los resultados deseados.

El rebranding es todo ese conjunto de acciones que intenta cambiar la percepción de la marca a ojos de su público, buscando difereciarse de sus competidores, ser relevante en el mercado y creíble para la audiencia. El objetivo principal ha de ser crear una nueva identidad para una marca ya establecida en el mercado con el fin de cambiar lo que no funciona o podría funcionar mejor de cara a su posicionamiento en dicho mercado.

En multitud de ocasiones, las empresas que han estado haciendo algo mal o la percepción que la audiencia tenía de ellas era negativa y su marca se había visto devaluada, recurren a ésta estrategia para mejorar su reputación y posicionarse nuevamente.

Importantes Rebrandings

Tarde o temprano, en un momento de su historia, las marcas necesita cambiar y actualizarse para reposicionarse en el mercado. Normalmente siguen pautas y patrones comunes en cuanto a diseño, ya que abrazan las tendencias más de moda en ese momento. Estos son algunos de los rebrandings más impactantes de los últimos tiempos:

Telefónica

El nuevo logo de la compañía Telefónica se compone de cinco círculos, recordando al original de 1984 y mostrando así el inmenso legado de la compañía. Lo adapta y lo simplifica para proyectar un futuro a muy largo plazo.

Correos

El logo de Correos mantiene la cornamusa y la corona, legado histórico de la compañía, respetando así el diseño original de 1977 obra de Cruz Novillo, pero elimina la palabra. Se simplifica sutilmente sobre todo en la parte de la corona, adquiriendo un aspecto más limpio y directo, algo que redundará en una mejor escalabilidad y reproducción en los diferentes soportes a tamaños más reducidos. Incluso han desarrollado su propia tipografía llamada cartero.

BMW

El nuevo rebranding de BMW, puede que ser considerado uno de los más radicales, no tanto por el rediseño en si, sino porque la marca alemana no se carecteriza por realizar cambios tan relevantes muy a menudo. Simplicidad de líneas, formas y colores, con la tipografía de la marca limpia y carente de efectos para dar ligereza y modernidad a un icono del motor por todos reconocido.

Renault

El nuevo logotipo de Renault abandona los relieves 3D metálicos adoptando un diseño plano y sencillo pero con unas geometrías que le aportan un gran movimiento, a base de líneas simples y dobles para dar mayor profundidad y que hacen referencia a los trazados de las ruedas de un coche sobre la carretera.

Peugeot

Por primera vez en casi 50 años, la marca francesa suprime el diseño del cuerpo del león de su identidad, buscando referencias en el propio emblema de la compañía usado durante los años 60 y que se basaba en un escudo de armas con la cabeza de un león rugiendo. La nueva identidad de Peugeot simplifica aquel logo con una composición de líneas minimalistas y una nueva y moderna tipografía, todo ello sobre un fondo negro.

Pringles

La popular marca estadounidense de aperitivos abandona el estilo vintage después de 20 años y también apuesta por un diseño plano y minimalista con estética inspirada en emojis pero sin abandonar su mascota “Julius Pringles”, con su característico bigote, diseñada por Louis R. Dixon allá por años 60 del siglo pasado. Sin duda, un claro intento de posicionarse como una empresa joven y moderna, pero que no quiere olvidar sus raíces.

Burger King

Después de 20 años la compañía se decide por un cambio de logo basado en un propio diseño de los años 80, podemos considerarlo otro rebranding retro tan de moda últimamente. Simplicidad de formas y colores -se reducen a dos con respecto al anterior-, que viene acompañada de la de la creación de una tipografía propia llamada Flame y un creativo Favicon para uso en espacios reducidos o en la app y que es producto de la fusión de la idea de la hamburguesa y las iniciales de la marca BK.

Tendencia al flat design

Todos estos rebrandings tienen en común el minimalismo, la legibilidad o la ligereza. Son tendencias habituales dentro de lo que se ha dado en llamar flat design o diseño plano y que es práctica habitual en los más prestigiosos estudios de diseño en la actualidad.

Es un estilo a menudo criticado, precisamente por su simpleza en las formas ya que puede aducir cierta falta de creatividad pero que en realidad obtiene resultados magníficos en cuanto a funcionalidad y aceptación por parte de la audiencia. Su base es el “menos es más” y trata de evitar los excesos de elementos innecesarios, utilizando solo lo imprescindible con el fin de no provocar el rechazo entre las audiencias más exigentes.

Evolución del logotipo de Peugeot en un vistazo

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